El Sindicato de Enfermería (SATSE) de Andalucía ha denunciado el cierre de un total de 2.937 camas en los centros hospitalarios del Servicio Andaluz de Salud (SAS) durante el mes de agosto. Esta cifra supone que durante este mes cerca del 22 por ciento de las camas permanecerán inutilizadas, cifra superior a la anunciada por el SAS, que cifraba al inicio del verano en un 13 por ciento las camas cerradas.

En total, la cifra es muy superior a la registrada en el mismo periodo del pasado año en el que se cerraron 2.706 camas, un 19 por ciento del total. En concreto, según los datos recopilados por el Sindicato de Enfermería, por provincias Sevilla registra el mayor número de camas cerradas en agosto (668) seguida de los hospitales de Cádiz (486), Granada (446), Málaga (426), Córdoba (399), Jaén (214), Almería (182) y Huelva (116).

Aunque la administración suele calificar estas camas como de reserva, SATSE apunta que en la mayoría de los casos son imposibles de habilitar si llegara a desbordarse la demanda, principalmente por carecer de personal suficiente para atenderlas.  

Cierre de centros
A la clausura de camas hospitalarias, SATSE denuncia que durante el presente verano se une el aumento del número de centros de salud que cierran durante la tarde en toda Andalucía. Esta medida, advierte el Sindicato de Enfermería, se está llevando a cabo tanto en las zonas del interior como en zonas costeras, donde la demanda es superior en esta época.

De esta forma, en los centros de urgencias que permanecen abiertos por la tarde, se está produciendo una sobrecarga de trabajo en las plantillas ya que asumen la demanda de varios centros de salud. Además, esta medida genera graves problemas para los usuarios principalmente en las zonas rurales donde se les obliga a recorrer largas distancias para recibir asistencia sanitaria.

Así, el Sindicato de Enfermería considera que el cierre de un importante número de puntos asistenciales durante las tardes está provocando además de la saturación de los profesionales un deterioro de la asistencia sanitaria que se presta a los usuarios en la Atención Primaria. En la misma línea, esta medida, está afectando a los servicios de urgencias de los hospitales ya que, señala SATSE, las enfermedades no entienden de horas y cuando alguien necesita asistencia sanitaria por la tarde acaba acudiendo a las urgencias del hospital.

Plantillas bajo mínimos
Respecto a la situación del personal, el Sindicato de Enfermería critica que, una vez más, en la planificación del verano han primado los criterios economicistas a los asistenciales. En el caso de Enfermería, SATSE advierte que a la ya de por sí deficitaria plantilla del SAS, durante los meses estivales se está sumando la nula cobertura de las vacaciones, lo que provoca que el personal en los centros se encuentre bajo mínimos a pesar de que la demanda de asistencia no se reduce de forma ostensible en el verano.

Por este motivo, el Sindicato de Enfermería alerta sobre los posibles déficits que puedan producirse en la atención al usuario que, en ningún caso sería achacable al personal sino a un plan de vacaciones que obedece únicamente a criterios economicistas. Por eso, el Sindicato de Enfermería ya ha advertido a la administración que permanecerá vigilante ante los problemas que puedan presentarse en los centros.

En lo referente al personal de refuerzo para atender el aumento de la demanda asistencial en las zonas costeras, SATSE cuestiona los datos del SAS ya que no pueden calificarse como refuerzos un personal que ni siquiera cubre las sustituciones de los profesionales de los centros. Además, el Sindicato de Enfermería asegura que este año se ha vuelto a reducir la contratación de personal para las zonas costeras, ya que a la cifra inicial anunciada por la Administración (79 enfermeras frente a las 85 contratadas en 2011), se suma que este año muchos de los contratos se han realizado al 75 por ciento de la jornada.

Ante esta situación, SATSE ha exigido a la Consejería de Salud que informe a los ciudadanos de la situación real de la Sanidad andaluza durante el verano, con el objetivo de que los ciudadanos puedan hacer también un uso más racional de los recursos existentes.

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