La medida, que se  llevará a cabo  a partir del mes de marzo, supondrá que durante los fines de semana se reubiquen los pacientes de estos servicios en la planta de Medicina Interna.

SATSE entiende que la medida se adopta atendiendo criterios economicistas, con el único fin de ahorrar en personal, puesto que con el cierre de camas se reducirá la plantilla de profesionales sanitarios.

El Sindicato de Enfermería señala que la reducción del personal sanitario supondrá el deterioro de las condiciones laborales para los profesionales de enfermería y el consiguiente empeoramiento de la calidad de la asistencia sanitaria que se presta a los usuarios.

Desde SATSE también se rechaza el cierre de camas  porque la reestructuración obligará a que se mezclen pacientes de distintas patologías (pacientes quirúrgicos con infecciosos), lo que podría provocar aumento de las complicaciones y de la morbimortalidad, aumentando con ello el gasto sanitario.

Esta medida se suma al recorte de personal que se lleva produciendo en el Hospital de Tomelloso desde comienzos de año, cuya plantilla se ha reducido en  casi 30  trabajadores. Entre ellos, cuatro supervisoras de unidad, cuya labor garantizaba el control del material sanitario y también del personal de la unidad, con la que no sólo no se van a reducir costes, sino que a largo plazo se aumentará el gasto, puesto que no se podrá controlar el uso adecuado de material, como ya se ha demostrado en otras unidades hospitalarias.