Soy enfermera y estoy indignada, muy indignada porque las enfermeras, junto con los pacientes, estamos siendo víctimas de unos recortes cuyo único fin parecer ser el derrumbe de un sistema sanitario de calidad por el que hemos luchado durante tantos años, un sistema que está perdiendo las bases que lo sustentan.

Nuestras condiciones laborales cada vez son peores; el incremento de la jornada laboral, con la consecuente reducción de plantillas y aumento de trabajo, la imposibilidad de conciliar la vida laboral y familiar, la bajada de sueldo entre un 5 y un 7 por ciento a todo el colectivo, precedida de una congelación desde hace años, la no remuneración de la carrera profesional a los nuevos propietarios de plaza en la Comunidad de Madrid y el no reconocimiento del cuarto nivel. Todo ello está provocando el malestar de nuestro colectivo pero, lo que es peor y más grave, es que afecte a la calidad asistencial.

La atención personalizada que merece cada paciente se ve reducida por la falta de tiempo y la carga de trabajo que soportamos. Estamos desbordadas y nadie debe olvidar que trabajamos con personas y son esas personas quienes pagan las consecuencias y no por capricho, sino por necesidad.

¡Basta ya! No queremos más recortes, ni como colectivo ni como usuarios, que también los somos. Por eso es necesario que defendamos nuestros derechos, que estemos presentes el 26 de mayo ante el Ministerio de Sanidad, porque la salud es una prioridad para todos.

Teresa Galindo, Secretaria técnica de SATSE Madrid

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