Soy enfermera de emergencias


Publicado el 29/04/2014, en Colaboraciones, Enfermería hoy. Comentarios desactivados en Soy enfermera de emergencias

Esther Gorjón es enfermera de Emergencias y autora del blog Signos vitales 2.0. En este post nos habla de las competencias y el día a día de un profesional enfermero en urgencias y emergencias.

Mi nombre es Esther y soy enfermera. Enfermera de emergencias. Cuando me propusieron escribir algo que pusiera en valor la profesión enfermera, desde mi punto de vista y enfoque, no se me ocurrió hacerlo de otra cosa que no fuera la enfermería de urgencias y emergencias: mi vida, mi trabajo, mi pasión y mi lucha. Lucha por el reconocimiento de un trabajo “especial”, ni mejor ni peor que el que realizan los profesionales enfermeros en otros contextos, pero, a mi parecer, sí diferente.

esthergorjonAl igual que ocurre en otros ámbitos asistenciales, el enfermero de urgencias y emergencias, dentro de su competencia profesional, habilidades y conocimientos científicos propios, se posiciona como elemento clave en la identificación de las necesidades y problemas del individuo, la familia y la comunidad, desarrollando actividades de curación, rehabilitación, prevención y promoción de la salud, capacidades que deben potenciar, enriquecer y mejorar la calidad asistencial dentro del equipo multidisciplinar responsable de la asistencia sanitaria.

Por otro lado, la enfermería del ámbito de las urgencias y emergencias requiere de los profesionales unos conocimientos y cuidados específicos para hacer frente a situaciones complejas que obligan a una rápida respuesta y toma de decisiones por parte del profesional y que se desarrollan en ambientes donde, en muchas ocasiones, la vida del paciente está en riesgo. Asimismo es el profesional que, con una actitud científica responsable debe ejercer el liderazgo en el ámbito del cuidado al paciente crítico, estando capacitado para planificar, ejecutar y evaluar programas relacionados con su campo de acción. Además, es nuestro deber basar nuestro trabajo en la mejor evidencia científica de cada momento, lo que nos obliga a desarrollar trabajos de investigación y docencia para mejorar la calidad de los servicios y colaborar en el progreso de la profesión.

Tengo la absoluta certeza de que la enfermería de urgencias y emergencias está formada, preparada y motivada para adoptar nuevos retos y responsabilidades. La muestra es la constante evolución y los últimos desarrollos competenciales enfermeros que estamos adquiriendo como profesión autónoma (triaje enfermero, triaje avanzado, ambulancias de Soporte Vital Avanzado Enfermero (SVAE), enfermería en CCU, helitransporte sanitario, etc…). Estos nuevos campos nos asignan nuevas responsabilidades que requieren una formación especializada, un marco competencial y legal adaptado que respalde nuestro trabajo y un reconocimiento específico de los profesionales de las urgencias y emergencias, lo cual justifica de manera clara la (apremiante) necesidad de una especialidad enfermera propia.

No obstante, creo importante no dejarnos cegar por esa ambición de asumir nuevas responsabilidades. Avanzar y mejorar sí, pero evitando una excesiva tecnificación enfermera. No debemos abarcar nuevos campos descuidando los que nos son inmanentes. La enfermería de urgencias y emergencias debe estar preparada, especializada, pero no debe perder de vista su fin primero, el cuidado, porque estaríamos perdiendo nuestra esencia enfermera.





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