Hoy es mi día y casi el de todos


Publicado el 09/02/2018, en Actualidad. Sin comentarios

11 de febrero, Día Mundial del Enfermo. Un día dedicado prácticamente al conjunto de la humanidad porque ¿quién no ha estado o estará enfermo algún día de su vida? Todos, en algún momento de nuestra vida pasaremos por esa situación y de nosotros depende lo que aprendamos de ella.

Si nos rompemos una pierna, se aprende lo que es, de la noche a la mañana, verse incapacitado o no saber desenvolverse a la hora de realizar acciones cotidianas y depender de los demás. Si tienes una enfermedad crónica desarrollas todas las capacidades posibles para adaptarte a la nueva situación…

Si tenemos que acudir a una sala de urgencias abarrotada en la que falta personal para atendernos, aprendemos lo que es la ansiedad de la espera, la desesperación del dolor mantenido, la incertidumbre de no saber qué tienes, etc.

Si has conseguido, después de unas horas que se hacen eternas que se te empiece a atender, aprendes lo que es la falta de intimidad de las salas de observación en las que donde tenía que haber tres pacientes se meten seis porque no hay espacio para tantos enfermos, lo que es el paso lento del tiempo porque el laboratorio no da más de sí y tu analítica tarda horas, etc. Y así, un constante aprendizaje no deseado que, nosotros como profesionales (estoy segura de ello), en más de una ocasión hemos deseado que tuvieran que sufrir, con algo leve y pasajero (of course), aquellos que deciden los recortes sanitarios, los que bloquean la tasa de reposición, los que mantienen camas cerradas, los que deciden que cada año la inversión sanitaria sea menor.

Por suerte para ellos, y desgracia para los demás, nunca van a saber lo que sufre un “14, 13, 28 o 17 barra” (como decimos los que estamos en este mundo) porque ellos entrarán en sus hospitales privados en los que les estarán esperando en la puerta todo el “cuadro médico”, incluido el gerente, y no se enterarían, ni de lejos, lo que un ciudadano de a pie y los profesionales que lo atienden viven cada día.

Por eso hoy también es nuestro día, porque somos enfermeras y enfermeros que cada día ven o padecen lo que sus pacientes, y también es nuestro día ya que queremos cuidar a nuestros ciudadanos para que no caigan enfermos pero, si llegan a hacerlo, daremos lo mejor de nosotros mismos para que dejen de estarlo.





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