Este domingo, 4 de febrero, se celebra el Día Mundial del Cáncer con el lema “Nosotros podemos. Yo puedo”. Un lema bien elegido porque hablamos de una enfermedad que nos afecta a todos, de una u otra forma. A unos como enfermos, a otros como familiares, como amigos, como profesionales de la salud… pero al final, rara es la persona que, con más de 20 años, no ha tenido que enfrentarse de una manera u otra a esta enfermedad en su entorno.

A mí, por desgracia, me ha tocado en más de uno de estos ámbitos y, si algo he aprendido es que, aparte de la actuación profesional, que sí está más definida, no hay manuales 100% seguros de cómo afrontar la enfermedad lo que genera que existan miles de pseudogurús que osan indicar, afirmar e incluso aseverar barbaridades sin base científica alguna.

Desde la homeopatía como cura exclusiva para cualquier tipo de tumor hasta tratamientos con ajo, lo cierto es que se escucha de todo y lo que es peor, todo se sube a internet y ahí se queda, esperando a ese enfermo que acaba de ser diagnosticado y que, perdido y desorientado inicialmente, recurre a google para ampliar eso que su médico le ha dicho pero que tras oír la palabra “cáncer” o “tumor maligno” ha sido incapaz de asimilar.

Como decía, el cáncer es una enfermedad que tengo cerca. La última vez con un amigo recientemente diagnosticado al que, tras el impacto inicial de la noticia, solo fui capaz, en ese momento, de trasladar un par de cosas: mi apoyo y ánimo para emprender cada una de las batallas de esa guerra que se le presentaba (que estoy convencida de que va a ganar), que no se guarde ninguna duda y pregunte todo a su enfermera y/o médico que le atienden y que no se le ocurra buscar en internet ya que, aunque encontrará en algunas webs información veraz, el 80% de lo que encuentre será falso.

Ejemplos los tenemos de todo tipo, el más reciente, según tengo entendido, esa noticia que ha circulado de que las mamografías provocan cáncer de tiroides. Y como siempre, el mismo problema, se tarda un minuto en extender un bulo y toda una vida en erradicarlo.

Es por ello por lo que, sin duda, cobra mucha más relevancia el papel de los profesionales y el disponer de un número de recursos humanos adecuados para atender a la población. Con el número de enfermeros y enfermeras que estamos trabajando en el Sistema Sanitario es imposible. Es imposible dedicar el tiempo que necesita un paciente con cáncer, y/o sus familiares, para resolver sus dudas, dar apoyo, mitigar su ansiedad… es imposible atenderle como cada uno de nosotros, enfermeras y enfermeros desearíamos.

Volviendo al lema de este año, “Nosotros podemos. Yo puedo”, solo me resta hacer una recomendación, aunque pueda parecer paradójica: visitar y recomendar, a familiares y amigos de personas con cáncer, la web de GEPAC nos hará reflexionar y seguramente a más de uno le servirá para hacer suyo el lema del Día Mundial del Cáncer de este año y ampliarlo… “Nosotros podemos. Yo puedo… Juntos podemos”.

Mª José García Alumbreros, responsable de Soy enfermera