Ninguna de nosotras es tan capaz como todas nosotras juntas


Publicado el 07/05/2018, en Colaboraciones. Sin comentarios

Me llamo Teresa Pérez, en redes @DUEdevocacion, trabajo en la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil del Hospital Universitari Son Espases desde hace más de 10 años.

Teresa Pérez, @Duedevocacion

Durante estos años he visto cómo la sociedad ha evolucionado y ahora las demandas y necesidades de niños y adolescentes no son las de antes. Ello ha supuesto que los profesionales que trabajamos en Salud Mental nos formemos en nuevas competencias, habilidades y es muy necesario que en este área de salud atiendan profesionales especialistas.

Para trabajar en mi unidad, se necesita tener una ACTITUD que engloba aspectos, valores y habilidades en comunicación, manejo de pacientes con psicosis, trastornos de personalidad límite, ideaciones autolíticas o depresión en niños cada vez más jóvenes y no sólo a ellos, también a sus familias.

Las enfermeras cuidamos del paciente las 24h al día, realizando talleres terapéuticos, apoyo emocional, relajación, arteterapia, laborterapia, juegos de mesa y todo tipo de actividades para distraer su mente, conectar con ellos, empatizar, observarles, acompañarles… para establecer una relación terapéutica que les ayude a superar el proceso por el que pasan y darles herramientas de manejo tanto a los pacientes como a las familias para cuando se marchen a casa.

Mi Unidad participa en el “Programa de Contención Mecánica 0” del nuevo Plan Estratégico de Salud Mental (2016-2020), cuyo objetivo es reducir el número de las contenciones mecánicas y promover la formación en estrategias de contención verbal para todo el personal de la Unidad. Reducir el número de las contenciones mecánicas es un indicador de calidad que nos hemos propuesto para el nuevo contrato de gestión.

Las enfermeras cuidamos del paciente las 24h al día, realizando talleres terapéuticos, apoyo emocional, relajación, arteterapia, laborterapia, juegos de mesa y todo tipo de actividades para distraer su mente, conectar con ellos, empatizar, observarles, acompañarles

A pesar de que la Unidad dispone de pautas generales de actuación, muchas veces las intervenciones se llevan a cabo de manera individualizada para garantizar una buena praxis. Una vez más, no cuenta la cantidad, sino la calidad de la atención y eso es lo que queremos ofrecer a los niños ingresados.

Las enfermeras hacemos mucho más de los esteriotipos que conoce la sociedad, sobre todo en la población tan joven que atendemos en mi unidad. La mayoría desconoce nuestras funciones, piensan que estamos para darles la medicación, sacarle sangre, ejecutar las órdenes del psiquiatra y acompañarles, que ya es si tienen esta visión. Pero luego, cuando ven todo lo que hacemos por ellos y sus familias, muchas veces también le explicamos para que lo sepan, se dan cuenta que hemos sido su pilar fundamental para su recuparación y así nos lo dicen la mayoría al alta.

Por algo será que cuando se marchan se acuerdan de la enfermera tal, del celador, de la auxiliar…..ya que pasan muchos de ellos tanto tiempo ingresados que nos convertimos en su familia, y luego no quieren marcharse.

A estas alturas del siglo XXI en el que estamos y después de 40 años de Universidad, es triste, cansino y rancio que sigamos teniendo que demostrar nuestras competencias en diferentes áreas donde estamos sobradamente preparadas como en la gestión, la investigación, cargos políticos u otros campos donde se cuestiona nuestra presencia.

Es cansino que sigamos teniendo que decir que “somos Enfermeras” y no “ATS”, que “somos Enfermeras y no Enfermería” y que sigamos teniendo que defender derechos y competencias si una enfermera es nombrada para dirigir un centro de salud o una dirección en una organización sanitaria.

La mejor manera de demostrar las cosas es con hechos y no con palabras, aunar esfuerzos y trabajar como colectivo unido demostrando lo que hacemos, contando a la sociedad nuestra labor, compartiendo nuestro conocimiento enfermero

La mejor manera de demostrar las cosas es con hechos y no con palabras, aunar esfuerzos y trabajar como colectivo unido demostrando lo que hacemos, contando a la sociedad nuestra labor, compartiendo nuestro conocimiento enfermero, ya que es el mejor legado que le vamos a dejar a la humanidad y como responsabilidad social, investigar y aplicar las evidencias a la práctica diaria para ofrecer los mejores cuidados a los ciudadanos, así es como se hace enfermería visible.

Es hora de que las enfermeras alcemos la voz, dejemos de competir entre nosotras y trabajemos unidas en pro del avance, cambio del paradigma y de roles profesionales que son necesarios en el siglo que nos encontramos, para dar respuesta a las necesidades de la sociedad en la que vivimos cada vez más activa, hiperconectada y empoderada.

Nuestro objetivo siempre debe ser responder a las necesidades del ciudadano, el de su familia y su entorno, aplicando todas las evidencias disponibles a nuestro alcance, trabajando en equipo con todos los actores implicados en la salud de las personas y sobre todo escuchando las necesidades que estas tienen sobre su salud.

Porque todos somos personas que necesitamos de personas y ninguna de nosotras es tan capaz como todas nosotras juntas.

Es hora de pasar a la acción, porque #otraformaesposible.





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